MI ESTRELLA CONFIDENTE
Venid a mí, visiones del ayer
cual ánfora repleta de alegría,
como mañanas de turquesa y rosicler
radiantes de belleza y lozanía.
Venid a mí, oh sueños bonitos, venturosos
acompañadme a deshojar el lírico rosal,
que en el jardín de mis recuerdos cariñosos
aún conservo en purísimo cristal.
Oh amor ingenuo del mensaje breve,
de tanta esquela tierna y perfumada...
corred, venid, en el arpegio leve
a refrescar la infancia idolatrada.
Venid visiones más blancas que las azucenas,
como delirios
bellos de la edad primera...
a inclinarse
pudibundas y serenas
¡ante el cortejo
azul de primavera!.
Venid en procura
de traerme
la imagen
olvidada de un amor,
no me está
permitido entristecerme
porque esa
estrella ha perdido su fulgor.
Y tú, gentil estrella confidente
que tejiste con
lirios mis anhelos,
verted sobre la
huella indiferente,
el sándalo de
los místicos desvelos
Diciembre, 2004.
Crisálida
Porras
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